Las antiguas Escuelas Nacionales de Maoño se ajustaban a la tipología canónica de escuela pública rural extendida por toda la geografía española desde principios del siglo XX. Esta tipología obedecía a un concepto, ya obsoleto, de segregación por sexos y se desarrollaba en dos piezas o alas de una sola planta separadas compartiendo un espacio central de servicios y la zona exterior o patio de juegos.
El edificio no tenía la superficie suficiente para cumplir con el programa exigido en la LOGSE para una escuela de música por lo que fue necesario realizar una ampliación. De esta manera, la escuela de música se desarrolla en dos piezas perfectamente diferenciadas reformándose, por un lado, el edificio existente manteniendo estrictamente su volumetría para espacios comunes y un auditorio y, por otro, una ampliación que se proyectó con una clara intención de un contraste frente al edificio original.